Escribo corto y de afán. Debo almorzar en unos minutos y proseguir con el cumplimiento de mi deber.
Por lo visto van a ser inevitables los encuentros con el Señor Sorpresa; más pude mantener la fría postura y huir prontamente. Nos encontramos a las 7:50 a.m, mientras me tomaba un café de lo más autista, sola en una banca. El llegó, se sentó un momento; fue por un café y volvió. Preguntó si me incomodaba su presencia... le dije: -me da igual-
Ay! mentira, mentira... verlo me da una sensación de nostalgia y asco que se me concentra en el pecho y en un temblor imparable en las piernas. Aparte de esa frase no dije mayor cosa y no lo miré mucho. Traté de salir de ahí de la forma más antiséptica posible.
En fin, con el tiempo mejorará esto, con el tiempo....
No comments:
Post a Comment