Tuesday, July 26, 2005

Señor sorpresa muta a pesadilla

Todo cambió, pasó un siglo y lo tengo encima.
Escribir aquí, a usted. Seguir escribiéndole, sacarme este amor de algún modo, o no sacarlo, sentirlo de cualquier manera.
Esta carta no llegará a su destino, pero tal como con la entregada, me ayudará a hacer catarsis, a parir su ida.
El hablar a diario me trastorna; pero si pienso en la posibilidad de no hablar me falta el aire.
Su actitud es tan extraña, siento que me prueba; ratón de biblioteca estudiado en la segunda parte de su macabro experimento: -cuando se le es negado el objeto de su vida.
El síndrome de abstinencia es muy fuerte. No sé si podré soportar la opresión de mi pecho... tengo tantas ganas de verlo, de besarlo y despertar.
Señor pesadilla, dígame que la tortura va a terminar, pasemos a la siguiente etapa; hagamos algo pero ya; porque se agoniza por estos lados sin su tacto, y me desangro con su presencia antiséptica.
Me está jodiendo man.
Soy la tristeza
Soy su ausencia.