Llena de mutismo o caudalosa de palabras. Sorpresiva, orgullosa. Doliente, ególatra e hipócrita. Hedonista, libidinosa... Malsana y sórdida.
Descaradamente mentirosa. De sinceridad mortífera, hermética, cínica, indolente y asesina. Odiada. Deseada. Extrañada. Anhelada. Perdida. Encontrada. Para siempre extraviada. La causa de mi infinita desdicha. La perturbadora boca del Señor sorpresa.
2 comments:
Agradecido de la visita y sorprendido por vuestras letras me encuentro; espacios llanos son los que se encuentran en las noches junto a Coltrane y el ordenador cuando el reloj molesta más que da cuenta, del paso del tiempo, que urge por las tareas del mañana y sepulta los sueños del hoy que ya es ayer. Bello blog, bellas palabras. Gracias
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