El día me comenzó muy a las 2 de la mañana motivo parcial de Técnicas modernas de mercadeo; y bueno, aunque mis horas de estudio no fueron muy productivas -por el sueño y un malestar que aun conservo de la gripa- salí bien librada del asunto gracias a la pereza de mi incompetente profesor para calificar exámenes individualmente; sip, hizo parcial de a tres; hágame el favor con la buena suerte de esta señorita!!! El trío de cabezas pensaron definitivamente mejor que la mía solita y eso se verá en la nota final.
Y ya saliendo de la u, en el paradero de mi busecito que se demora interminablemente en pasar; lo vi cruzar desprevenidamente la calle. El Señor Sorpresa llegaba a clase ya muy tarde… y aun así, se quedó a esperar transporte urbano junto a mí.
Ohh! Adorable acontecimiento entregarle la foto que le había prometido de una anciana bonita, ver su carita hermosa y de satisfacción con la imagen. Luego un comentario sobre mi palidez de mortandad, un: -brutal su color- (léase se ve bonita, como un fantasma, como me gusta). Posteriormente la segunda parte de mi regalo; le di dos estampillas rusas (una de un barco –si, muy premeditado-, la otra de un grabado antiguo –con letritas rusas en dorado– calculadísimo también), ahí la cara de él de –maldita!- que pone cuando mis presentes tienen un carácter excepcional.
Conversación casual. Él también fue al médico por su higiene enfermiza (llegó a límites, se estaba untando alcohol en la piel, y bañándose 3 veces mínimo diariamente). Me comenta que no fue a clase el lunes (y aun así no sale corriendo, por dios!). -¿Está más rubia?- No dulce mío, nuevo corte (se dio cuenta del cambio…); me suelto el pelo para que lo aprecie mejor –ahora sí parece rusa, más rusa- (siempre dijo que yo tenía cara de rusita loca). Intercambiamos muchas muchas sonrisas.
–Ponte el saco-.
-No, tengo calor-
-Ni importa, hay que cubrirse el pecho-
-Tengo camiseta por debajo de la camisa, eso me tapa el pecho-
-Si claro, como no.-
-¿Siguió fumando?
-Por supuesto, el médico me lo prohibió pero no le hice caso-
-Ay! Señor Sorpresa, que vicio más tonto. Que forma más idiota de coger un vicio-
-Yo sé, jejejej, no me importa, me estoy matando-
-Si, supongo-
-Como usted, sin saco-
-¡Que me da calor!- … Y ahí viene mi ruta-
-Y yo voy tarde a clase-
-Chao, que te vaya bien-
Chao, lo mismo- (beso en la mejilla, más sonrisas, que hermoso verte, que felicidad, que rosa el mundo)
Fin de la mañana más plácida y rusa que he tenido en mucho tiempo.
Y ya saliendo de la u, en el paradero de mi busecito que se demora interminablemente en pasar; lo vi cruzar desprevenidamente la calle. El Señor Sorpresa llegaba a clase ya muy tarde… y aun así, se quedó a esperar transporte urbano junto a mí.
Ohh! Adorable acontecimiento entregarle la foto que le había prometido de una anciana bonita, ver su carita hermosa y de satisfacción con la imagen. Luego un comentario sobre mi palidez de mortandad, un: -brutal su color- (léase se ve bonita, como un fantasma, como me gusta). Posteriormente la segunda parte de mi regalo; le di dos estampillas rusas (una de un barco –si, muy premeditado-, la otra de un grabado antiguo –con letritas rusas en dorado– calculadísimo también), ahí la cara de él de –maldita!- que pone cuando mis presentes tienen un carácter excepcional.
Conversación casual. Él también fue al médico por su higiene enfermiza (llegó a límites, se estaba untando alcohol en la piel, y bañándose 3 veces mínimo diariamente). Me comenta que no fue a clase el lunes (y aun así no sale corriendo, por dios!). -¿Está más rubia?- No dulce mío, nuevo corte (se dio cuenta del cambio…); me suelto el pelo para que lo aprecie mejor –ahora sí parece rusa, más rusa- (siempre dijo que yo tenía cara de rusita loca). Intercambiamos muchas muchas sonrisas.
–Ponte el saco-.
-No, tengo calor-
-Ni importa, hay que cubrirse el pecho-
-Tengo camiseta por debajo de la camisa, eso me tapa el pecho-
-Si claro, como no.-
-¿Siguió fumando?
-Por supuesto, el médico me lo prohibió pero no le hice caso-
-Ay! Señor Sorpresa, que vicio más tonto. Que forma más idiota de coger un vicio-
-Yo sé, jejejej, no me importa, me estoy matando-
-Si, supongo-
-Como usted, sin saco-
-¡Que me da calor!- … Y ahí viene mi ruta-
-Y yo voy tarde a clase-
-Chao, que te vaya bien-
Chao, lo mismo- (beso en la mejilla, más sonrisas, que hermoso verte, que felicidad, que rosa el mundo)
Fin de la mañana más plácida y rusa que he tenido en mucho tiempo.
3 comments:
Parece que los encuentros tibios con el Señor Coincidencia ...digo, Señor Sorpresa, te an caído como manzanilla para el dolor de estómago. Menos lújubres tus letras, menos culpa por tus actos en frente de él.
Será que estás curándote?
Me encantaron las últimas fotos, especialmente la de las "canicas"... con todo respeto.
Un beso chiquito.
Y... que horror, sobre el "an caído" te juro que sé que se escribe "han caído" fue pereza o ineficacia de mi indicador derecho.
Otro besito chiquito
Hola Handmade, tienes razón, ando más tranquila, más acomodada a la situación y conforme con esos encuentros esporádicos. Y bueno, si hay menos culpa es porque realmente he abolido cualquier comentario que pueda dar pie a malos momentos, me limito a la simpleza de lo casual... y ya vez que ha funcionado; después de todo si me estoy curando.
Y bien, que bueno que te hayan gustado mis fotos, que en todo caso las publiqué para ti tal como lo prometí. En la medida de lo posible seguiré mostrando otras.
Un beso, que bueno tenerte de vuelta!
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