En qué nos quedamos??? Ah sí, en que venía la sangre en pleno a visitarme y yo estaba medio reconciliada con la vida, con el año, con todo.
Ohhhh! ilusa mujer; las cosas jamás saldrán como se espera, mi arbolito genealógico tuvo un accidente en la carretera, a una hora de camino... sip, así fue; llegaban rebosantes de alegría, cuando de pronto la señora María José perdió el control del carro, y tazzzzzz! volcada; colomna fracturada de padre; mano fracturada y fisura de hermana; moretones y contusiones varias para los dos miembros de la familia restantes. Que mierda; no cabe otra expresión; que impotencia recibir el año pegada a un celular rogando para que no sea grave el dolor del pecho de papá; que tristeza ese 1o. de enero en el hospital; ¡que diantres esta vida!
En fin, para lo que fue la accidente, están bien; ¡están vivos! ¿Y yo? algo exahusta; pero bueno, ni modo.
Los demás asuntos de mi vida están calmándose un poco. El espejo fue desterrado por pasar de simple a simplón.
El señor sorpresa pasa de cretinazo a príncipe cada vez que le da la gana; sólo ayer, que nos encontramos como sólo la Maga y Horacio podrían hacerlo, se portó hermosamente, se emborrachó y me emborrachó dulcemente; y al final... me montó en un taxi y partió ya se sabe probablemente para donde, y ya se sabe probablemente a que... ay dios, que voy a hacer con ese loquito...
Y bueno, seguiría contando más cosas, pero el deber y mis superiores llaman; así que ahh por ellos.
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