Monday, August 20, 2007

Anfibia

Entre más orden menos lucidez, más notorias las vetas de la cordura en la cuadrícula.
Los movimientos ralentizados, los ojos que saltan independientes y caprichosos, la incapacidad para concentrarse y el vértigo –ese talento para irme prendida al humo-.
De ventarrones y de aguas submarinas, en ambos planos y en ninguno.

4 comments:

Anonymous said...

se aprendio la leccion al reves, caminar con las manos, hacia el piso, nadar hacia el fondo y no poder volar devidamente.

María Auza said...

Seguramente. Debidamente.

Anonymous said...

apariciones fantasmagóricas. que tal ah? típico, no?
usted sabe que la leo cierto?
malsano definitivamente.
claro.
pero es como un abrazo fuerte de despedida y odio, duele, gusta, da tranquilidad, anuncia el juego de la muerte.
la mueca en el rostro es el mismo, el desden, la soledad en la mirada, el desarraigo. flotar y me caigo y de ves en ves la veo en el piso a usted tambien, y nos sonreimos sabiendo que es lo mas natural del mundo, no la caida es sabido, sino el encuentro en tan extrañas condiciones. normales para nosotros siempre.

María Auza said...

La despedida ininterrumpida, el saberse siempre lejos pero siempre sabiéndose. Suele pasar.