Tuesday, August 29, 2006

Calamidad

Presión baja, nauseas y el mundo desplomándose. Desmayo en el metro y miradas curiosas… aparatoso camino a la casa. Nunca me había pasado algo como eso, es atroz esa fragilidad entre extraños y el cuerpo sin responder.
Un par de señoras se apiadaron de la muchachita con la palidez fantasmal.
En la estación me llevaron a una oficina donde los tipos del metro me acostaron en una camilla hasta que me recuperé un poco.
Al llegar recibí variado sermón, presté poca atención y traté de dormir. Que cosas.

Me pregunto si el quebranto de salud tiene que ver con la incertidumbre de los días; con la ansiedad que me ronda.
Le temo a la calma, siempre pago un precio muy alto por los días despejados.
Tanto silencio es señal inequívoca de tormenta arremetiendo.
Se aproxima un nuevo giro.
Me preparo. Dejo que las manos hormigueantes hablen. Eventualmente yo hablaré también.

5 comments:

Anonymous said...

La maja quedó desnuda en el metro.
Hay entrelineas que pueden hacerte desfallecer.
Cuidese.

Un saludo desde otro lado.

Alguiensinpresupuesto

María Auza said...

Y sí, vulnerable, como aquí pero de un modo más agreste, aquí la Maja no tiene rostro ni nombre, sólo una desnudez de palabras.

Un beso Señor Elocuente,

Suite said...

Esa es la unica desnudez posible...

María Auza said...

Pasé por su blog. Usted me intriga.
A todas estas... ¿cómo me encontró?

María Auza said...

Disculpe la pregunta, pero hubo algo en sus letras que me asustó por la familiaridad.
Ya visitando su blog anterior y el último, la duda quedó despejada.
Esta aclaración es innecesaria, pero bueno, tenía que hacerla.