La casualidad Cataléptica

lusión:

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Se refiere a cualquier distorsión de una percepción sensorial. Cada uno de los sentidos del cuerpo humano puede ser afectado por ilusiones.
Distinguimos, por lo tanto, las siguientes Ilusiones: Ilusión óptica, Ilusión auditiva, Ilusión del olfato, Ilusión del gusto, Ilusión del tacto.
En psicología, se usa el término ilusión para referirse a una esperanza infundada. Metafóricamente, se utiliza también a veces el término espejismo. En otro ámbito, la ilusión puede ser la esperanza o anhelo por algo en concreto.

Esperanza infundada. Golpe bajo ese término, no?
Ayer después de un ataque de pánico -y su respectiva réplica nocturna- llegué una conclusión: estaba alucinando.
Ya hoy en la mañana, un poco más despejada, me di a la tarea de entender realmente, vislumbrar el paisaje ante mí… y entonces la palabrita fue brotando despacito, apenas un artificio, simple y tonta, pueril Ilusión.
Casi inconsciente, maquinal, una cola de lagartija que se mueve estando ya separada del cuerpo.
No encuentro otra explicación para esa reacción en cadena tan insolente: Miles de cabos atados, un diálogo imaginado con cantidades de dudas resueltas, la risa nerviosa… bla bla bla. Alto ahí.

La esperanza debe morir. Al menos ésta.
...En cuanto a la casualidad, no la esperes, sufrió un ataque de catalepsia.

Dos poemas detonantes

Bruscos cambios climáticos, muy similares a mis horas.
Llueve. Gracias a eso el almuerzo en el parque fue interrumpido de súbito.
Repito canción una dos tres cuatro cinco seis siete veces, más para ser totalmente honesta.
Leo alguna cosita en Internet y un par de poemas me taladran la panza –aunque no se parezcan del todo al momento- .

Hundo el dedo en la herida, como toreándome una descarga…. nada pasa… ni una lagrimita, ni un ataque de debilidad en el que salga a las calles a buscar una cachetada del destino.

Ahhhhhhhhhh........no más inmolación...me despido con los versos mencionados,

HE AQUÍ QUE TÚ ESTAS SOLA...

He aquí que tú estás sola y que estoy solo.
Haces tus cosas diariamente y piensas
y yo pienso y recuerdo y estoy solo.
A la misma hora nos recordamos algo
y nos sufrimos. Como una droga mía y tuya
somos, y una locura celular nos recorre
y una sangre rebelde y sin cansancio.
Se me va a hacer llagas este cuerpo solo,
se me caerá la carne trozo a trozo.
Esto es lejía y muerte.
El corrosivo estar, el malestar
muriendo es nuestra muerte.

Ya no sé dónde estás. Yo ya he olvidado
quién eres, dónde estás, cómo te llamas.
Yo soy sólo una parte, sólo un brazo,
una mitad apenas, sólo un brazo.
Te recuerdo en mi boca y en mis manos.
Con mi lengua y mis ojos y mis manos
te sé, sabes a amor, a dulce amor, a carne,
a siembra , a flor, hueles a amor, a ti,
hueles a sal, sabes a sal, amor y a mí.
En mis labios te sé, te reconozco,
y giras y eres y miras incansable
y toda tú me suenas
dentro del corazón como mi sangre.
Te digo que estoy solo y que me faltas.
Nos faltamos, amor, y nos morimos
y nada haremos ya sino morirnos.
Esto lo sé, amor, esto sabemos.
Hoy y mañana, así, y cuando estemos
en nuestros brazos simples y cansados,
me faltarás, amor, nos faltaremos.

Jaime Sabines

NO QUISIERA QUE LLOVIERA

No quisiera que lloviera
te lo juro
que lloviera en esta ciudad
sin ti
y escuchar los ruidos del agua
al bajar
y pensar que allí donde estás viviendo
sin mí
llueve sobre la misma ciudad
Quizá tengas el cabello mojado
el teléfono a mano
que no usas
para llamarme
para decirme
esta noche te amo
me inundan los recuerdos de ti
discúlpame,
la literatura me mató
pero te le parecías tanto.

Cristina Peri Rossi

Calamidad

Presión baja, nauseas y el mundo desplomándose. Desmayo en el metro y miradas curiosas… aparatoso camino a la casa. Nunca me había pasado algo como eso, es atroz esa fragilidad entre extraños y el cuerpo sin responder.
Un par de señoras se apiadaron de la muchachita con la palidez fantasmal.
En la estación me llevaron a una oficina donde los tipos del metro me acostaron en una camilla hasta que me recuperé un poco.
Al llegar recibí variado sermón, presté poca atención y traté de dormir. Que cosas.

Me pregunto si el quebranto de salud tiene que ver con la incertidumbre de los días; con la ansiedad que me ronda.
Le temo a la calma, siempre pago un precio muy alto por los días despejados.
Tanto silencio es señal inequívoca de tormenta arremetiendo.
Se aproxima un nuevo giro.
Me preparo. Dejo que las manos hormigueantes hablen. Eventualmente yo hablaré también.

Pronto...

Producir. A eso me dediqué el fin de semana. Muy juiciosas, mi compañera de tesis y yo evacuamos una infinidad de trabajo pendiente desde hace siglos.
Perfecto, la cabeza enfocada, muy publicista.

Pero claro, como dije antes… las noches me delatan. En estado soporífero no puedo responder por mi integridad. Otra vez la cara del ausente, todas sus caras. Yo cómo testigo tácito de sus movimientos, una espía.

En fin…
Punto a mi favor: en menos de una semana le daré un receso mi vida en esta ciudad. No tanto como quisiera, pero sí la dosis requerida. La casa paterna; las hermanas y el mítico ángel que se materializará por esos días, actuarán como desinfectantes.

Prometo ser paciente, respiraré con calma… la sabana distante me espera con respuestas.

Trayectoria Cíclica

Hoy simplemente no me da la gana tolerar la burla y la tontería. No me gustan los chistes malintencionados, no me agradan los personajes que se sienten tan inconformes con su vida… que tienen que pisotear la de los demás a punta de pequeños y punzantes micro-cápsulas de veneno.
No, no y no. Y si el mundo se ofende, poco o nada me viene importando. Simplemente hay cosas que me revuelven el estómago, y una de esas es la actitud de muchachito patialonchera, y la socarronería.
Después de repetidos choques con un colega, siempre por el mismo motivo; solté un comentario de lo más ácido que tendrá efecto bola de nieve. Ahhh… no suelo ser de responder lo primero que se me viene a la cabeza… pero a veces es imperativo.

Quería comenzar este post con otra cosa, pero el incidente se interpuso entre el tema y yo.

Y la cuestión, es uno de esos encuentros oníricos que no tenía lugar hace mucho. Le vi la carita de cansancio Señor, y esta vez sin su arista al lado. Solo y arrepentido, con ganas de verme y estar juntos al fin; conviviendo con nuestras dulces rivalidades y el deseo malevo de los días sagrados…ay….un abrazo con aires de redención…los ojos de agua, el amor como fuerza de gravedad uniéndonos.

¿Qué será de su vida? ¿Recordará mi cuerpecito diminuto entre sus brazos? ¿Acaso lo traicionarán las noches como a mí?

Que orgullo el de ambos, toda esta firmeza y determinación es tan triste… y lo peor de todo es que de cualquier forma no hay remedio.
Si lo buscara no me lo perdonaría, y usted tampoco; se sentiría victorioso -como siempre- y yo iría a parar a los avernos –por enésima vez-.
Por otro lado, si me buscara, yo bajaría la guardia… pero usted se detestaría por ceder, y me odiaría por mi debilidad…
Totalmente imposibilitados.
Sumidos en una crueldad inadmisible.
Alguna vez oí una canción, no recuerdo el nombre ni el autor…decía algo así como que quien no pide perdón, no es nunca es perdonado… Bingo!!!

Jamás:
Un beso
Una conversación acerca de por qué destruir los hormigueros de todo el mundo, ó como se dirá la palabra acaramelamiento en ruso.
Encontrarnos felizmente entre las calles.
Beber cerveza y fumar y tomar vino y hacernos el amor como un par de enfermos, pero con ese aire de ritual… sintiéndonos.
Los libros, la música, sus escritos y los míos, mis dibujos… tantas palabras, tantas imágenes… ríos de inspiración.

Mmmmmmm......mmmmmmm.......mmmmmmmmmm

Como vé, el barquito de papel sigue a la deriva, en la misma trayectoria cíclica que usted conoció.

Unos guantes de lana negros

Clima inusualmente invernal en esta ciudad primaveral calentana; el frío es un preludio sensorial, pronto arribaré a la ciudad cuna.
Heme entonces en la oficina; de saquito de rayitas y guantes de lana negros. Enfréntome a una dicotomía: Me quito los guantes y escribo rápido, pero muero de frío? Ó bien; me dejo los guantes, pero tecleo torpemente… que contrariedad.
Me voy pues por mi amiga la torpeza, total suele pasar, es un sino que llevo con garbo y estilo; alguna vez inspiró hasta ternura (-lo juro-)…

Nimiedades, no?
Ayer dejé mi celular en la casa, me asusté porque creí que lo había perdido. Cuando llegué en la noche, la tercera generación materna había atendido las llamadas, chistoso.
Me encontré $1.000 pesos en la calle. Nunca me encuentro plata. No es nada, pero a la partecita más inocente de mi cabeza le gusta pensar que es una señal, un buen augurio.
Soñé con amigos de infancia; que bonito ver esas caritas inmortalizadas de los 11 años, cuanto tiempo.
Hoy dormiré en la casa de la Señora Madre; hay que aprovechar los buenos términos que acontecen desde mi mudanza. Hay que pasar tiempo con el hermano, hay que sonreírles.
Me pica la espalda, al lado izquierdo, arriba, cerca al hombro. Odio eso. No me alcanza la mano enguantada hasta ahí, ahhhhhh!!!!
Tengo que seguir con las trascripciones de las entrevistas de la tesis; y en lugar de estar trabajando en eso, escribo este post. Me dejo ir con las letras y cuento cosas y le dibujo a la gente que llega a este espacio, un mapa mental de lo que soy. Un Pino con una pelota de colores al lado; una cometa en primer plano y una nube de fondo; una mujer aniñada a la que se le caen los libros en el metro, se agacha y los recoge… al pararse se da cuenta que tiene los zapatos desamarrados, entonces se agacha nuevamente; deja caer los libros -mas soluciona el problema del calzado potencial motivo de accidente-, toma los libros y se levanta finalmente victoriosa… pero no ve a un pobre señor y le da un cabezazo al ponerse de pie…. Ay! Que lugar común me acaba de salir.

Despídome, me voy a quitar los guantes y a trabajar.

Maja Crónica

Somnolencia existencial; las horas gris verdosas y la mirada mustia.
Miles de cartas enredadas en las manos antes de ser escritas.
Dando muestras de inusual resignación; lejos ya del campo de batalla… Prudente.
A este punto sólo soy un recuerdo paria en la cabeza de mi perfecto enemigo.
Él por su parte, es mi eterno cáncer es incierta remisión

Al pozo de los deseos

Un ajetreado fin de semana festivo sin descanso alguno.
Humo verde en los pulmones enrareciendo el paisaje nocturno –aun más de lo habitual-.

El ministerio de guerra se destrozó en pedacitos a manos de su verdugo personal: Triste escena. Perdida en laberintos dolorosos, en atroces verdades.
Muchacha de risa loca sin risa, hecha temblor, estupor y gritos.

Horrible.

No me quedó más que ser hombro y enfermera y algo madre; cuidar a la desdichada criatura hasta que pudo ponerse en pie y seguir su rumbo. No recuerdo haber presenciado tanta ruina.

El sufrir en tercera persona tiene algo de esclarecedor, se reconoce uno en ese rostro desencajado que tiene en frente; se analiza, se juzga, se jura nunca repetir una catástrofe de tal magnitud… pero lo cierto es que la naturaleza humana es débil, y no estamos exentos. En un instante los cables sueltan chispas y plop!!!! Se instala el delirio.

En la esquina de la sanidad el trabajo de la tesis abundó, pero fue insuficiente.
Nuevos proyectos rondando la cabeza: otra carrera, cinco años más deambulando por esta ciudad, atormentando las calles con mis neurosis y mi improbable candor.

Ya tiré la monedita al agua pidiendo el deseo. Se espera respuesta del destino.

Nocturna

Inmersión atemporal. Transitar por los años en una noche. Tragos adultos mezclados con recuerdos adolescentes.
Hermosa, sublime y esclarecedora expedición en las tierras donde los ángeles le apuestan a los imposibles.

Desarmados y frágiles, veteranos en el asunto de la sinceridad irreductible; evocando sueños en común que ya han desparecido, abrazados a esa imagen –curiosamente real- que consiguió hacerse el uno del otro.

Volví a mi casa a la madrugada, con el licor suavecito en la cabeza y algo de alivio en el corazón por no sentirme en zona de guerra por un rato.
Bonito y breve retorno.

Bang de la Madre Fortuna!!!!

A veces el juego da giros solito. Motivo por el que los contrincantes no tienen más opción que ceñirse a la carta que saca el destino y soportar sus inclemencias.
Nada salió como estaba presupuestado, no hubo jornada frente al espejo; ni informe del ministerio de guerra.
Por el contrario la noche trajo cerveza y conversaciones rumiantes entre amigos -que antes que regalarme un buen rato- me dejaron maluca con la vida.
Y fue así como subí al Metro con mis camaradas (que por cierto se encontraban en el mismo estado de baba mental), y cada uno se bajó en su correspondiente estación.
Cambié de línea rumbo a mi casa; y mientras veía por la ventana las luces de la ciudad, me tragaba lagrimitas por todo aquello que soporto haciéndome la loca pero que en realidad me hace sentir frustrada.
Entonces una voz impersonal anunció el fin de mi camino. Salí del vagón, bajé las escaleras como un ente… y ahí estaba: Él y sus ojos y su cuerpo extraviado y su boca demencial, comprando un tiquete con sonrisitaconvencionalvacía dirigida al amigo que lo acompañaba. A hora improbable, en lugar improbable. En mis terrenos.
Bang!!!! Choque. Mirada fija y frialdad metálica de esta servidora. Cabeza levantada con la misma sonrisitaconvencionalvacía que mutó sutilmente a mueca mientras levantaba la cabeza ligeramente, como saludo por parte del sujeto. Respondí igual pero sin sonrisa, con el rostro en tensión.
Paralelamente a lo manifiesto, la taquicardia fue instantánea. Juro que me dolió el pecho; entendí el cuento del corazón roto.
Esas casualidades nos ocurrían cuando existía algo, cuando nos buscábamos aun.
La pregunta que me hace pequeñas incisiones cerebrales es por qué diantres?????????????
No me habría afectado de este modo si hubiese sido parte de la estrategia. No veía venir un golpe de la madre fortuna de estas proporciones.
Tendré que embestir con furia en un próximo encuentro. Lo bueno de este tropiezo es que ambos perdimos contra los asuntos pendientes; la clave está en la próxima movida. Tengo que estar alerta.

La búsqueda errática

Hoy voy a mirarme en el espejo, y a pasar a través de él porque nunca me aprisionó del todo.
Los suspiros de presagios aumentan; pero lo cierto es que podrían ser inducidos por esta enfermedad crónica que padezco…todo una ficción.
Espero noticias del ministerio de guerra mañana.
La risa es mi salvavidas, me resguarda su dulce presencia cotidiana. Fácil, leve, no tóxica.

El paso del tiempo inflama y continúo en la misma búsqueda errática, dejándome asombrar por el camino.

Mi arrebolada historia sólo se transforma; nunca acaba.

Almuerzos Campestres para la Señorita punto difuso

Al parecer quedarán institucionalizados los almuerzos campestres, me encanta! Así sea la hora del calor, es una delicia ver la luz del sol y no esta frialdad de luz de tungsteno. Nos sentamos entonces, mis queridos camaradas laborales y yo a compartir comida fría y hablar baba... ese momento hace válida la jornada en la Cámara Lúdica poco Lúcida; Hermoso!!!

De resto no mucho, la misma nostalgia resignada y agridulce; acumular melodías en la cabeza, recuerdos que no sucederán... como siempre, tan dama de las causas perdidas, tan sumergida en lo etéreo -señorita punto difuso-.

Y antes del cierre, la letra de una canción que me llega infinitamente al corazón. La versión original es de Andrés Calamaro, pero en el tributo la canta Niña Pastor. Es como oir mi tristeza en la décima potencia de sublimación.

No me pidas que no sea un inconsciente

No me pidas que no sangre
si aun el cuchillo no sacaste de mi
no me pidas que use cicatrizante
dame dias dame meses

Si te busco en el agua de mi boca
si te veo en el fondo de mis ojos
no me pidas que no sea un inconsciente
si no dejo de quererte.

Y si escribo otra estupida cancion (de amor)
y si me gusta y le pongo melodia
si te digo que es por vos que me salia
no es mentira aunque mienta facilmente
No me pidas que no sea un inconsciente
si no dejo de quererte.

Malita

Hoy no digo mucho, el cuerpo me traiciona y me siento malita. Quiero mi cama y muchos mimos. Para la primera tendré que esperar hasta las 7:30 p.m., que es la hora a la que llego todos lo días a mi hogar… y bueno, mimos; eso si está como imposible. Así que más bien me retiro, a ver si hago el intento y trabajo.

No me agradan los quebrantos de salud; siempre son señales de algo más profundo que me está sucediendo. Le tengo miedo a esta recaída que estoy viendo aproximarse.

Sueño Vespertino.

Almuerzo en parque con señores de la oficina; es buena la luz del sol al medio día para variar.

La noche trajo al enemigo escudado; yo ataqué desde los alrededores y con mucha cautela, él se vio tambaleante, pero como siempre a la altura de la situación.
La emoción reinante es la ansiedadtristeynostálgica; se acompaña con exceso de calor, letargo y buena música.

Ayyyyy… que agotados estamos.
Sería tan bonito arreglarlo todo, darnos la manito y los ojos conciliadores; tal vez un abrazo y alguna lagrimita que exterminara del todo a este monstruo al que le dimos vida. Que cosas. Mirar atrás es cada vez más borroso, no recuerdo quienes fuimos, de hecho sólo tengo la certeza de haber sido algo por estos resabios de amor y de ternura que conservo, por las ganas de abrazarlo y decirle:-no juego más!, me niego…
En fin; lejos está ese asunto, es hasta irrisorio el mencionarlo.

Adiós. Vasta de divagar.

...Y en esta esquina: La Maja Vestida

Y siempre sí, mi buena ministra de guerra –la muchacha de risa loca- me convenció de marchar hoy en la noche rumbo a la zona de fuego…
Las proyecciones no son nada alentadoras; éste es uno de esos deberes odiosos que debo cumplir porque no tengo otra opción.
Iré – muy niña cercenadora y andar pérfido- a succionar un poco de su vida; a robármelo con los ojos.

Releo el parrafito anterior y me pregunto el objeto de estas ofensivas, mmmmmmm, no sé, no sé, no sé. Tal vez esté retando a uno de los dragones de Cervantes, un gigante irreal… el caso, es imperativo. Me exijo y le exijo una contienda a muerte.

Algo más, y como comentario final:
Espero ser chorrito de agua helada en su cabezota etílica.
Espero que no me espere.

Laborando

Café para esta tarde en la Cámara Pútrida (lo de lúdica está en vía de extinción).
Con respecto a la emboscada de mañana estoy dudosa; debo confesar que he flaquedado bastante durante los últimos días y no conviene que mi enemigo lo note (lo harías, estoy segura... hueles mi debilidad y mi miedo).
Muy buena música toda la jornada; banda sonora ideal para el movimiento estacionario.
Luna llena, mis mareas cambiantes, variado suspiro y ojos extraviados.
Prosigo pues, hay que seguir coleccionando horas de triste productividad.

Agenda

-Falsa alarma de despido en la Cámara Lúdica.

-Fin de semana con acciones académicas varias pero no suficientes.

-La cabeza planeando y el corazón llorando.

-Conspirar junto a mi mayor aliada -la muchacha de risa loca- en pro de un ataque letal para este jueves.

-Necesidad inclemente de sentirme; pero certeza de la imposibilidad de hacerlo.

-Los sueños se tiñen de rojo y confusión; el destino intenta enviarme señales (poco las entiendo).

-La superficie: ambiente controlado, aire acondicionado y plantitas de plástico; muy jovial.

Nota final:

El alma se mantiene crónicamente indigesta.

Inmolación

Otro duelo programado por el destino.
Cada uno presto a disparar; completo el pelotón.
Las sonrisas ajenas y frías, armaduras inaccesibles.
El campo de batalla un teatro.
Tu nombre en mis ojos, y en la boca el beso/disparo.
Lastimarte mientras nos ardemos en las entrañas.
Inmolación: Morir un poco, sólo para matarte.
¿Cuántos cartuchos quedan aun por disparar?
¿En qué momento cambiamos al amor por este infame combate?

A que sí!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

A que esa mirada a mi espía no fue de gratis.

A que la cereveza te sabía mal.

A que tenías los ojos más verdes y más rojos.

A que querías verme sólo para batirnos en duelo silencioso -y por supuesto yo te hubiese ganado-.

A que todavía recordás la última sonrisa que te dí, el último beso real.

Señor, Señor, tenemos problemas de incongruencia.

A que si volvés a verme la cara te teimblan las entrañas.

Apuesto a que te persigue el karma

Apuesto a que estás comenzado a sentir todo el peso de la ley de causa y efecto.

Bofff

Enrarecido el aire; medio tenso, medio cortante. Hacen falta sonrisas que ya se habían vuelto cotidianas. Insípido esfumarse; despedida extra-oficial de esas a las que ya estoy acostumbrada. En fin, no hay muertos ni heridos; simplemente se esquiva la mirada.

Queda pues huir pronto de la oficina, me espera algo de trabajo académico.

Las hormonas no son amables; ando sensible y pataletosa.

….Ay, que tedio a ratos..... el caso......como todo, esto también pasará.

Agosto

“El instante que no se enlaza con la costumbre”.
Las barajas a favor y los apostadores en contra. Las ironías de la vida.

Comienzo de mes; la normalidad –de lo más anormalmente- se mantiene.

Salto al tiempo en reverso:
Hoy buscaré reposo en ojos milenarios; como entrando en un cuarto viejo a ver muñecas olvidadas, fotos amarillas, cortinas roídas y llenas de polvo… todo aquello que está relegado a verbos en pasado; pero que sin embargo se atesora con un cariño indecible.

La voz angélica llega clara y a diario. Me siento custodiada por su presencia lejana.

Las lunas persisten, la mirada no ha vuelto decaer.
Calculadora y mordaz. Fuerte y con la serenidad necesaria para usar el poder.