Estoy a punto de creer que mi paranoia materializa cosas a las que temo.
Las calles siguen hablando, le hacen eco a mis sueños, imposible hacerme “la de las gafas”. ¿De cuándo acá el metro mostrando esas caras? La ciudad es diminuta –de sobra es sabido- pero entre ayer y hoy, tres convulsiones del mismo muerto? Aquí es donde yo freno en seco y no me paso el cuento racional, aquí es donde las casualidades se me convierten en señales y retomo el vicio de buscar respuestas con lupa en átomos.
Traqueteo de manos y prisiones domiciliarias ficticias, comodidad de condenados, y sin sentirme condenada!!!
Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhh … No quiero alterarme, me gusta el paisaje, este es un buen momento.
No está pasando nada.
No está pasando nada.
No va a pasar nada.
Las cuentas están más que cerradas.
Esa es la señal, no es cierto?
Este debe ser algo así como un comprobante de pago.
De pronto la transacción se hizo efectiva a 30 días.
4 comments:
no se altere, el mar tambien se seca...tarde que temprano.
¿Quién lo dice?
Para las pesadillas lo mejor es tener un cómic a la mano. Se debe preparar uno para dormir. Colocar un poco de música y leer imágenes y viñetas. Apagar la luz y dejarse llevar por el sueño. Si la pesadilla viene de repente, lo mejor es pasar la hoja.
P.D. Ya conoces otro animal más en peligro de extinción.
Extinto.
Post a Comment