Alguien más de que hablar. Los ciclos se balancean solitos. Entradas felices e inesperadas. Salidas insípidas y definitivas.
El cansancio está afectando mi estado de ánimo y mi lucidez. Poco me fluyen las ideas. Luego entonces mi trabajo se hace insufrible. Recibo malos comentarios y peores miradas. No cumplo una labor útil, me pregunto si en realidad soy buena publicista, si de hecho sirvo para algo o no soy más que una farsante escudada en argumentos que si se proponen, pueden derribar.
Voces del más allá: Una desde New Jersey. Años intentando ser conciliados a través del celular.
Otra más; desde Holanda con amor; mi muy europeizado y querido foráneo hasta las oficinas donde difícilmente laboro.
¿De cuándo acá? Ay, si tuviese más de una hora de sueño encima disfrutaría enormemente.
El cansancio está afectando mi estado de ánimo y mi lucidez. Poco me fluyen las ideas. Luego entonces mi trabajo se hace insufrible. Recibo malos comentarios y peores miradas. No cumplo una labor útil, me pregunto si en realidad soy buena publicista, si de hecho sirvo para algo o no soy más que una farsante escudada en argumentos que si se proponen, pueden derribar.
Voces del más allá: Una desde New Jersey. Años intentando ser conciliados a través del celular.
Otra más; desde Holanda con amor; mi muy europeizado y querido foráneo hasta las oficinas donde difícilmente laboro.
¿De cuándo acá? Ay, si tuviese más de una hora de sueño encima disfrutaría enormemente.
Igual, reitero; estoy atenta a las señales; en brazos de los designios del universo
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