Ayer la abuela dio un paso más en su empresa de ser "moderna", le enseñé a enviar correos desde su estrenadísimo computador sólo para que muy de mañanita llamaran sus hijas –mis tías- a recalcarle la inutilidad de la tecnología en la tercera edad. Me dio hasta pesar con mi señora abuela, tan desesperada ella por ocupar su tiempo y sentirse útil, cómo será su afán de no sentirse anulada.
Inicié la jornada entonces con el terror que me produce la vejez, subiendo las escaleras opuestas del metro (mmmm…que arriesgada) , con la herida de la torpeza en el brazo, con los pantalones que ceden lentamente por los kilos que se invierto en esto de ser publicista y tener un puestito de nombre rimbombante: Ejecutiva de investigación y competencia.
Llegando a la oficina un guayacán pintó de amarillo la calzada, según el ranking esa es mi imagen preferida de marzo.
En la pecera a veces abro ventanas pero no me asomo; la cabeza entre el trabajo y la hora de receso.
Terminando el almuerzo, pasa el único sujeto que me resulta medianamente interesante en la agencia (es altísimo y tiene una espalda ideal).
3 comments:
No sé cuales son las espaldas ideales, pero cristian tiene una espalda atractiva, por supuesto que desde su padre; yo vengo al último, quizá tenga algo. Gracias a dios que no se ha traspasado a las tías y hermanas. A propósito, no sé de dónde habrán sacado esas piernas y caderas tan provocativas. Bueno, misterios de la genética.
Saludos y disculpas por este comentarios estúpido.
¡Salud por la ejecutiva!
Quien hizo el comentario?????
Favor identificarse!!!!
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