“Es extraño como a veces se pone punto final a las relaciones. Siempre se cree que uno inscribirá la última palabra en los libros con una rúbrica florida; nunca se piensa en el autómata que cancela las cuentas mientras uno duerme. Se lleva una contabilidad doble, de lo más estricta. Hay como para sentir escalofríos, está todo maravillosamente calculado.”
Henry Miller – Sexus
Si está leyendo el texto en curso es porque me decidí a abrir umbrales y hacer aclaraciones obvias.
Le presento mi muro de lamentaciones, durante casi dos años repartidos entre el 2005 y el 2007, he escrito aquí mi versión de la historia.
Si se anima a leer me encontrará monotemática, cursi, infantil, indignada, desolada y delirante a ratos; pero cierta entre las omisiones. –Si-, muchas mentiras, pero también verdades desgarradoras y toda la impotencia del mundo. Personajes entrando y saliendo, algunos de los que nunca tuvo noticias; otros que se imaginó… y claro, por supuesto usted, una sombra perpetua, un fantasma ignorante de su condición.
Sólo sé que el poner en sus manos esta información es una catarsis que me debo, no me interesa lo indiferente que le sea.
No espero retroalimentaciones, si llegan las asumiré con toda la conciencia de mi responsabilidad en ellas.
Finalmente le hago una honorable entrega del último bastión de su recuerdo.
Adiós Mi Señor Sorpresa, remedo de poeta maldito, Adiós mi amor.