Y que más dan los vasos rotos y los gritos del amanecer, que más dan los nunca jamás a este punto.
De entre los estragos me levanté y caminé sobre los cristales, mis pies sangraron pero no me importó; estoy viva, aun más, mucho más.
Tengo las páginas en blanco justo aquí: para inventarme otra historia, para darle a un extraño mi número de teléfono, para dejar volar tanto palabrerío rumiante a su insípido destino.
Soy libre, soy viento, soy yo.
Ahora tengo un poco de sueño, un nuevo trabajo que comienza el lunes y un reloj de señorita que me dice al oído que es tiempo de bonanza.
Ahora tengo un poco de sueño, un nuevo trabajo que comienza el lunes y un reloj de señorita que me dice al oído que es tiempo de bonanza.
2 comments:
Hola Maja! Paso de nuevo por tus reflexiones a ver como va la causa (poco constante pero fiel).
Si estás de nuevo por estos lares me gustaría retomar la invitación a una cerveza.
Me cuentas,
Hola Julián! En efecto estoy de vuelta y con nuevo cargo. Llámame y cuadramos que me parece bien la cerveza.
Un abrazo,
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