Wednesday, February 21, 2007

Gajes del oficio

3 horas de sueño, 6 tazas de café, dos vasos de Coca Cola, ojeras verde-azulosas, bostezos cada 5 minutos durante un período de 9 horas, 40 hojas de presentación en Power Point, manos resecas, palidez que denota Enfermedad Terminal, celular descargado, sinusitis crónica, el msn que ya no respondo, las cartas que se quedan sin escribir, la luz del sol que ya no me toca, las lámparas fluorescentes que estallan en el pc, los periódicos que aun no reviso, las renuncias que me he impuesto, los taconces que he adoptado, la risa cordial, los comentarios unilaterales a los que está prohibido contestar, los tiempos extras, los domingos y feriados refundidos, la comida de la abuela, la mala cara del abuelo, la falta de hermanos, la triste vida del asalariado, las lágrimas que se asoman en buses de noche, las carcajadas solitarias e imprudentes en la estación del metro, las ganas de sexo, la ausencia de sexo, las quejas y reclamos de mi eterno monólogo, el perfume en la ropa, los pantalones planchados, el calor de la tarde, zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz, plop, bof, mmmmmm, la adultez.

3 comments:

Eduardo Yáñez said...

uff, que identificado me siento Maja. A mi siempre me ha gustado el trabajo; así de grande, con esa independencia sufrida, libre de pataletas. Pero en cuanto puedo, me voy a la mierda con algún cómplice; que por estos días son los mismos que me mecieron a los tres, a los ocho y a los quince. Ese tío jovial, de confianza; cerca de pedirme consejos, se trata de ser un buen confidente. Oh Maja, qué hombres, con tanto que decir.
Saludos,
Edu

Eduardo Yáñez said...

Lo olvidaba, ¿sigue en pie lo de mantener correspondencia? Me encantaría.
Edu

María Auza said...

Pues Edu, el tiempo poco me permite llevar algo de regularidad en otra cosa que no sea el trabajo, pero en la medida de lo posible respondería gustosa a la correspondencia.
Ya le dí mi email anteriormente,
le cedo la palabra.