Te helado. La tarde esteparia y lenta.
Camino pateando una piedrita, con la monotemática canción que adopto en tiempos de limbo.
El cerro de revistas se abalanza sobre mí y me arrincona en el escritorio: una labor más, otro sinsentido profesional.
Fotogramas por minuto, mi billetera atesorando noches extintas.
El teléfono es un bonito ornamento guardado al fondo de mi maleta.
2 comments:
Hablas en tono algo dramático, bueno, de eso se trata pasar los años.
También bastante ocupado, pero créeme que dejarte vivir en mi imaginación me pone un poco mejor. Hace tiempo que no tengo un nuevo amigo, y tu sabes, hoy las cosas están más delicadas que nunca. Si se rompe un plato, se compra otro y el mundo sigue igual.
Ya irán saliendo misivas.
Cordial, Eduardo
Prometo responder.
Saludos!
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