No me espera, pero espera. Tal vez suponga, pero mejor que presentir es ignorar, no?
De pronto esta noche mire hacia la pared, se tope con la explosión de violeta y verde que fuimos y por un momento desee. Y sí, yo sé –no se apresure a refutar!- en seguida alineará sus tropas de negación y me habré desvanecido conforme da vuelta a la página del libro en curso.
Pero Señor, le hago una anotación: Esta vez no será un mes de tregua, muy posiblemente es aquí donde yo abandono el campo de batalla.
¿La beligerancia cubre también la definitiva ausencia?
De pronto esta noche mire hacia la pared, se tope con la explosión de violeta y verde que fuimos y por un momento desee. Y sí, yo sé –no se apresure a refutar!- en seguida alineará sus tropas de negación y me habré desvanecido conforme da vuelta a la página del libro en curso.
Pero Señor, le hago una anotación: Esta vez no será un mes de tregua, muy posiblemente es aquí donde yo abandono el campo de batalla.
¿La beligerancia cubre también la definitiva ausencia?
Mi mano, sombrío Señor, no se alza en su contra. Quien deserta es quien gana.
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