Palabras impronunciables –sólo ficciones- que en mi boca suenan como ruidos amorfos o sentencias extemporáneas.
Una tímida invocación es estampida, una pregunta es una incisión.
Le temo a las ventanas insolentes.
Le huyo a los pronombres en primera persona y sus pozos sin fondo.
Renuncio a los brebajes etílicos y a la vendimia. Cualquier espíritu puede ser agresor.
Una tímida invocación es estampida, una pregunta es una incisión.
Le temo a las ventanas insolentes.
Le huyo a los pronombres en primera persona y sus pozos sin fondo.
Renuncio a los brebajes etílicos y a la vendimia. Cualquier espíritu puede ser agresor.
Me acuartelo pues entre vetustos cercados literarios, allí donde las invenciones no son alucinación.
2 comments:
No la dejo,
un abrazo.
Edu
Agradecida.
Saludos.
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