Abusos de madrugada, sus eternas insolencias telefónicas y mi imposibilidad para decir que no.
Osa incitarme, osa reír y hasta dar muestras de humanidad –absurda y discordante, pero humanidad al fin-.
El asunto concluyó con su posible aparición en mi cama a 9 horas de camino.
Debería estar huyendo como una condenada, pero apenas bajo la cabeza y secretamente le doy lo mejor de mis ansias.
Y mientras me daba un respiro y algo de estímulo, de este lado vi a un señor de sabor remoto caminando al otro lado de la calle.
Buen ritual éste, saldar deudas de 7 años y hacerse tatuajes temporales.
Siempre termino haciendo de la vida un eufemismo.
Osa incitarme, osa reír y hasta dar muestras de humanidad –absurda y discordante, pero humanidad al fin-.
El asunto concluyó con su posible aparición en mi cama a 9 horas de camino.
Debería estar huyendo como una condenada, pero apenas bajo la cabeza y secretamente le doy lo mejor de mis ansias.
Y mientras me daba un respiro y algo de estímulo, de este lado vi a un señor de sabor remoto caminando al otro lado de la calle.
Buen ritual éste, saldar deudas de 7 años y hacerse tatuajes temporales.
Siempre termino haciendo de la vida un eufemismo.
No comments:
Post a Comment