Friday, September 08, 2006

Carta que se entenderá mejor una vez que hable de mi semana en la Ciudad Cuna.

Mi dulce Señor del despertar.
Me encantó verlo simplemente porque durante esta semana le dije más con los ojos, que en todo el tiempo que llevamos conversando.
Si bien despedirse suele ser engorroso, nuestro encuentro ha sido tan encantador que no puedo hacer más que sonreír.
Alguna vez usted me dijo: -No la amo, pero en este momento le haría el amor-. Me parece que esa premisa la cumplimos a cabalidad; me parece que el lapso que compartimos fue nuestro y fue hermoso -Desde las peleas babosas, pasando por la complicidad de dos amigos… hasta los besos urgentes y temblorosos de mi casa.
Le agradecería todo, pero en realidad nos agradezco a ambos tanta transparencia.

Buen viento y buena mar.
Es usted un caballero, lo adoro, de hecho -y sepa interpretar bien esta última frase que le voy a decir- amo quererlo.

Hasta pronto.
Nunca Adiós.

2 comments:

Suite said...

No me remitire a comentar su post, ya que veo que se trata de algo asaz personal. Sin embargo, su sonrisa me complace. La felicito por eso.

Un beso para usted...

María Auza said...

Gracias por el beso, la felicitación y su complacencia con mi sonrisa.
Me complace a mí recibir su visita.
Un beso para usted también.