En algo debe estar afectando la circulación de los vientos por aquí en el meridiano del Ecuador. Si las estaciones modifican los estados de ánimo, en tierra de microclimas debe ser peor, no? Sumando las mareas hormonales a la ecuación tenemos a una mujer militando activamente en el la incoherencia. No tengo la menor idea de cómo me siento o lo que quiero, es más, ya ni siquiera sé lo que no quiero.
Yo supongo que estoy andando con pies de plomo -la vaina es que no soy la más cauta-, así que mis esfuerzos podrían ser ladrillos pegados con babas.
Resultado número dos del ejercicio: una muestra impoluta de paranoia.
1 comment:
http://suicidio-digital.blogspot.com/2005_02_01_archive.html
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