Monday, October 09, 2006

Mudanza

Un ciclo que comienza con cambio domiciliario. Espacio reducido y falta de privacidad por algún tiempo, pero indiscutibles ventajas: ahorro y libertad para moverme.
¿Efectos colaterales de la mudanza?
Inmediatos. Nuevos matices en la actividad mental. Algo de frialdad mezclada con un tímido destello de perspicacia en los ojos. Por ejemplo, uno de esos descubrimientos que siempre se tienen en las narices, pero que tardan mucho en salir a la luz:
No había notado como nos enterró vivos; he ahí la razón por la que esta historia se resiste a terminar –así sea subsistiendo como un espejismo-. Usted nos convirtió en fantasmas, hologramas que se respiran en la nuca. Desde lejos nos rondamos, nos espantamos y nos enviamos mensajes; relegados al marasmo de la ausencia. Los pasos son de una sutileza milimétrica y sórdida.
Es así que siguen llegando sucios recados suyos. Mala cosa me parece su evasión, su carrera por destruir al personaje en mi memoria es una ignominia. Que lástima.
Y bueno, de este lado me decidí a hacer uso de la red de información apenas ayer; el infame contacto no demorará en contarle sobre mi nueva ubicación. Tal vez así obtenga una respuesta.

Observaré la tierra temblar entonces, se dejaron venir las mutaciones.

3 comments:

Anonymous said...

Veo que el anonimato es una figura que la rodea. De eso hace usted un uso estetico de la letra.
Por otro lado, una mudanza es un cambio de escenario. Pero no es cambiar de jaula. Se busca, sin embargo. Es una buena aventura.
Un largo trazo.

Le envio un beso.

Paganini

Julian Perez said...

Los cambios son siempre presagios de algo bueno... al menos eso dicen.

Ojalá se cumpla para vos Majita

María Auza said...

Y si, simplemente es un cambio de escenario que intento tomar con calma y optimismo.
En cuanto al anonimato, en realidad fue una figura que adopté para sentirme en la libertad de hablar. Si bien ciertos personajes conocen mi identidad, quise que fueran pocos.
Veremos que resulta de esta intromisión del mundo real en mis letras.