Paredes distintas.
Un balcón para ver las luces de la ciudad.
Una cama grandota donde quepo y sobra espacio para todos mis fantasmas.
Ventana con persiana. El sol entra fragmentado y tiñe el espacio de cálidas sombras.
Muchos cajones para guardar cositas.
Caja de cristal y agua de canela para ahuyentar las penas.
Orden y disciplina.
El nuevo e incierto silencio.
Cambio de escenario.
No hay profecías a la vista. Los pronósticos se han limitado sustancialmente.
Sí, hubo un cruzar de ojos cansados y un abrazo con sabor a Hasta Nunca.
También… algo de asco, no lo niego.
Impotencia? Toda; la rabia se ha comido el panorama.
Un balcón para ver las luces de la ciudad.
Una cama grandota donde quepo y sobra espacio para todos mis fantasmas.
Ventana con persiana. El sol entra fragmentado y tiñe el espacio de cálidas sombras.
Muchos cajones para guardar cositas.
Caja de cristal y agua de canela para ahuyentar las penas.
Orden y disciplina.
El nuevo e incierto silencio.
Cambio de escenario.
No hay profecías a la vista. Los pronósticos se han limitado sustancialmente.
Sí, hubo un cruzar de ojos cansados y un abrazo con sabor a Hasta Nunca.
También… algo de asco, no lo niego.
Impotencia? Toda; la rabia se ha comido el panorama.
Balance final: el plasma persiste, pero las lágrimas se acaban.
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