O como el arco iris de la canción que me mostró en alguna de nuestras primeras conversaciones, con esos ojos que parecen sacados de la carita de Bambi y que centellean colorcitos. Son obsoletos los pozos turbios, tengo a un muchacho translúcido y profundo.
Y si le quedan dudas voy a ser más enfática, voy a escribirnos a riesgo de ser cursi. Voy a hacerle saber a quien corresponda que su nombre se me dibuja en la boca justo antes de modular cualquier palabra –cualquiera, le juro-.
Entonces jovencito, le ruego ignore mi ligereza. Estoy. La princesa malgeniada y sin maquillaje se muere por el caballero que sólo se come una ensalada si se la prepara ella.
2 comments:
Yo hasta me podría comer otras ensaladas; pero sólo las suyas me saben a bueno.
Me saben como me sabe usted.
A mi me gusta decir su nombre como si todos los que me oyesen debieran saber quién es. Y preguntan: "Quién?". Y yo digo con felicidad su nombre y lo acompaño de un momento y de "...mi novia".
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