El botón faltante y los peces raros
Su camiseta que dejé en la cama, la luz amarilla, el flash de las fotografías, las ventanas abiertas, las cobijas en el suelo, clic, clic, un dos tres toca la pared, mientras me acurruco y subo mi falda sobre sus piernas y usted me cubre con su chaqueta y sus besos de puerta cerrada.
2 comments:
La salsa bolognesa, la caminata de distancia mediana hasta donde nos verían cara de no poder estar más juntos, los "en cinco minutos, pues", su termostato, esa salida hacia la portería que hacía que nos sintiésemos tan del otro, las bromas que no prosperaron frente a los tertuliantes vecinos, el niño que pasó de llorar por ser asustado a reir en una foto suya, la almohada que pronto dejó de importar porque había algo más que abrazar.
Aquél dispositivo de lavado que ya tiene que contarle a los nietos!
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