Sigue la deshidratación nasal, el brinco entre datos que respeto cada vez menos -ya no amo mi trabajo-, me muevo como caracol en pecera, miro por la ventana y se me van las horas.
N O R I N D E E L D Í A.
El botón me hace pausitas bonitas, me cuida pataletas como las de arriba y me ofrece su camisa para labores poco saludables.
Los demás actores van vestidos de gris, como ornamentos del escenario.
Del otro lado del mundo me sacan la lengua y me patean la lonchera vetusta; y confieso que me molesta, pero al revisar el peso de esas agresiones en el panorama total, la respuesta es lógica, y hasta la mención podría sobrar.
1 comment:
Fue un pequeño paso para el hombre; pero un gran paso para la humanidad.
Declaro éste territorio lugar de hermandad y de armonía.
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