Día de atar cabos.
Hurgo con detenimiento -y quizá algo de paranoia- entre la semiótica ajena.
Gracias a un aparente acertijo se vislumbra el patrón.
Algo parecido a la perfidia enrarece el aire.
Descubrimiento proveniente de una fuente tóxica ya examinada, la presente podría denominarse su más sofisticada metamorfosis.
Hurgo con detenimiento -y quizá algo de paranoia- entre la semiótica ajena.
Gracias a un aparente acertijo se vislumbra el patrón.
Algo parecido a la perfidia enrarece el aire.
Descubrimiento proveniente de una fuente tóxica ya examinada, la presente podría denominarse su más sofisticada metamorfosis.
Un muy insolente aplauso a la antiquísima sorpresa por mutarse a triste desconcierto.
Es sabido que el juego es rudo e implacable, pero este movimiento ha sido magistral, le doy todo el crédito: El eje de acción de largo alcance, su capacidad destructora, los efectos colaterales… me encuentro junto a un maestro en las artes beligerantes.
2 comments:
No sea loca yo fui la que le mande el mensaje!, yo no le he dado la direccion a David.
Ole loca, muy tonta yo, sí, pero puso Pata y pensé que era usted, buena cosa que ande en su banda y eso, ¿el le dio la página? ¿cómo está´él? ¿Y usted como va? ¿Qué tal su amorcito?
Un abrazo, se cuida, la adoro
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