Jornada Ciclotímica

Éste ha sido día de contrastes; pésimo comienzo, un posible glorioso final.
Me encuentro a unos pocos minutos del duelo Sorpresa-Maja; que obviamente tendrá resultados sexuales. Y bien, es vital ese aspecto; no puedo negar que he comido ansias en estos días de ascetismo. La cosa es que ese no es el único punto relevante, llevamos casi un mes sin vernos –en el que por cierto hemos entablado una guerra telefónica a muerte- . El de hoy es un encuentro de perdedores. Ninguno pudo con la ausencia del otro; hoy nos arrojaremos a ese aterrador abismo la palabra nosotros; dulce y terrible, malsano: APOCALÍTICO.

Por otro lado; giro académico imprevisto y afortunado. Está aquí escribiendo la mujer de la investigación publicitaria más relevante de los últimos años de la facultad. El orgullo y el miedito pendejo me ponen la boca hecha pastito. La adultez me quiere dar un premio si puedo con esto, y yo se lo voy a aceptar .

¡Que interesante la charla! Pero más bien la dejamos para otro día; que el tiempo apremia y el asombro espera.

Escucho:
Perfume Bajofondo Tango club.

Continuación día siguiente; no había publicado lo de ayer: El balance es malo, el aturdimiento es infinito; el trasnocho inútil; los besos no fueron sentidos, el tacto fue mecánico; nunca dio tanto asco el sexo; la Maja huyó de la morada de la bestia a mitad de la madrugada con ropa/cabeza/cuerpo/corazón hechos jirones. La bestia por su parte llamó a un taxi, jugó la carta eterna de la inmadurez –supuestamente de mi parte, claro-, mostró la salida sin siquiera levantarse de la cama y dio la espalda...Oh! indignación, ¡cómo me llenas! Adicionalmente, y para darle un magistral final el comentario de: “¿No lo entiende? La nuestra es una mecánica de imán y limadura, de pelota y pared, ¡conocimientos básicos! Rayuela, capítulo 2”.

Esto no puede volver a pasar, mil y una vez me digo que no puede volver a pasar. Necesito uno de esos suplementos vitamínicos pero con voluntada en cápsulas...

ALGUIEN AYÚDEMEEEEEEEEEEEEEEEE,

Escucho a todo volumen y a todo corazón:

Fealdad - los tres.