Ya no se trata de mí, conmigo tus deudas están saldadas -no perdonadas, óigase bien-, simplemente sé que es inútil esperar de ti algún síntoma de cordura y humanidad, así que nada, no pienso cobrarte más.
El problema es que no estoy sólo yo, hay otros dos seres humanos aparte de mí que llevan tu sangre, y ellos, tal como yo en su momento, están sufriendo a causa de tu soberana irresponsabilidad.
He pasado todo este día pasmada, incapaz de hacer lo que me corresponde –seguir con mi vida lo más lejos posible de la tuya-; pero es que cómo putas, si te las ingenias para cagarte en todo lo que tocas, en todas las personas a las que te acercas, cómo dar la espalda cuando esas personas son parte de mi vida.
No hay forma de perdonarte, querida, no te ayudas.
El problema es que no estoy sólo yo, hay otros dos seres humanos aparte de mí que llevan tu sangre, y ellos, tal como yo en su momento, están sufriendo a causa de tu soberana irresponsabilidad.
He pasado todo este día pasmada, incapaz de hacer lo que me corresponde –seguir con mi vida lo más lejos posible de la tuya-; pero es que cómo putas, si te las ingenias para cagarte en todo lo que tocas, en todas las personas a las que te acercas, cómo dar la espalda cuando esas personas son parte de mi vida.
No hay forma de perdonarte, querida, no te ayudas.
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