Comienzo temprano después de sueño con cuervos agresivos que buscan ojos, luces que no se encienden así sean prendidas, música de Björk retumbando en la escena, padre defensor de los pajarracos en cuestión y como locación para el desquicie onírico... cosa curiosa, -fíjese usted-: el lugar donde volví amar, la misma noche oscura, la madera, el paisaje imponente con las montañas a lo lejos y el frío abrasador. Caminos curiosos los de la mente, que pega retazos a placer.
Y aunque quisiera continuar las reflexiones sobre lo que acabo de decir, lo cierto es que no dispongo de mucho tiempo; así que finiquito la escritura matinal con dos citas de un mismo autor: Mi tan leído por estos días Juarroz, como siempre clarividente cuando se trata del “drama” de esta monotemática mujer.
Quinta poesía vertical60
La densidad de lo que no es,
la fuerza de lo que no se tiene,
arremolina el agua de la viday crea un sonido de fondopara todos los gestos.Hasta el tejido prieto de la muertetiene un pálido hilodonde la trama cede y se aligeraporque le falta muerte.Y hasta lo que nunca ha vividoy no morirá nuncase remonta en la grieta de una ausenciaque le presta su cuerpo.
La piedra del no ser,la certera condición de negativa,la presión de la nada,es el último apoyo que nos queda.
Fragmentos verticales
5
Llegar con los ojos abiertos a la
miradafinal,como un estandarte que no se avergüenza.Aunque los ojos abiertostengan que cerrar muchas cosas.
Escucho:
Milk – Garbage
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