Entonces mañana será de nuevo la sensación hospitalaria, las odiosas agujas, alguna enfermera torpe y mis bracitos debiluchos y pinchados. Y veremos si este asunto del hierro y la sopa de espinaca se prolonga.
Así que a la salud la dejamos quietita y procuramos conservar la calma, y nos ocupamos de lo otro.
1 comment:
Ayyyy de la enfermera torpe que se meta con usted, niña que salta charcos!!!
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