Nunca me consideré muy agraciada ni muy jovial, que lo fuera o no es otra discusión.Y aunque a veces me dediqué a perseguir conejos ese asunto no era realmente lo mío.
Mi cuento era más como la pila de ropa sucia que se me ha ido acumulando en el armario mientras otra ya está limpia pero aun en la lavandería y entonces no tengo con qué vestirme mañana.
Estaba más cercana a los espejos que a las luces, más unida a las ventanas que a las puertas.
Mi cuento era más como la pila de ropa sucia que se me ha ido acumulando en el armario mientras otra ya está limpia pero aun en la lavandería y entonces no tengo con qué vestirme mañana.
Estaba más cercana a los espejos que a las luces, más unida a las ventanas que a las puertas.
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