Yo hacía barquitos -no de tela, pero sí de papel-.
Yo pintaba mujeres que no tenían boca pero sí alma, que al moverse amaban u olvidaban.
Yo fui un río de letras y recortes de todo lo que podía asombrarme, un río por el que navegaban los dichosos barcos salpicados de vocales y consonantes, donde el oleaje de palabras los mecía.
Yo levitaba un poco, y me hundía otro tanto.
Yo pintaba mujeres que no tenían boca pero sí alma, que al moverse amaban u olvidaban.
Yo fui un río de letras y recortes de todo lo que podía asombrarme, un río por el que navegaban los dichosos barcos salpicados de vocales y consonantes, donde el oleaje de palabras los mecía.
Yo levitaba un poco, y me hundía otro tanto.
2 comments:
sabroso, mi querida maja. deslumbrante.
Camino por la gran muralla y al subir mi mirada veo como caen del cielo palabras azules, tiritantes, llenas de recuerdos. No sé qué pasó, pero parece que lloro momentos mientras ella se baña, a la luz de una vela, escuchando Bjork. Un beso a la mujer que pinta sin rostros, o mejor, toma una boca dibujada llena de tinta y colócala sobre tus labios, a lo mejor se colorean de naranja ... tal vés ya sea hora de ir a dormir.
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