Cotidiano el desaire, la atención en los detalles, en gustos y desavenencias. Ocuparse de lo pequeño para que lo grande flote como bruma sobre el río. Ingrávido y presente, el vapor de una plancha, un té acabado de servir en tierra de fuego.
2 comments:
Anonymous
said...
Es precioso. Su poetica me encanta, suave como sus manos tenue como su mirada.
Yo tambien extraño nuestras epistolas, puede ser que nos han robado el uno al otro.
Usted sabe que eso en realidad no importa. Nosotros sabemos porque.
2 comments:
Es precioso.
Su poetica me encanta,
suave como sus manos
tenue como su mirada.
Yo tambien extraño nuestras epistolas,
puede ser que nos han robado
el uno al otro.
Usted sabe que eso en realidad no importa.
Nosotros sabemos porque.
besos infinitos
Llueve
llueve copiosamente
y me entro agua al zapato...
besitos
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