La dispersión de los días renunciando a mis cuatro paredes académicas y a la permanente labor argumentativa. Los archivos cerrados, las copias sin subrayar, los libros apilados al fondo de la maleta, al lado de las pashminas.
Las caras familiares, el jardín de la casa, el balcón y la vista hacia las montañas, las caminatas en soledad.
Este volver a cosas que ya no soy.
Tan lejos de las anclas.
Tan cerca de las puertas.